En una amplia búsqueda realizada
de blogs de logopedia enfocados a estilos de aprendizaje, no hemos considerado
oportuno premiar a ninguno de estos. En su mayoría se ofrece información
general sobre los diversos trastornos y alteraciones del lenguaje por tanto, cada
trastorno y alteración tendría unas características globales, unos métodos de
aprendizaje uniformes y una metodología mecanizada y lineal.
Esto no se asemejaría a
los estilos de aprendizaje que según, Juan
Silvio Cabrera Albert y Gloria Fariñas León, son “formas particulares de
comportarse de cada persona en el proceso de aprendizaje”; o a los estilos de aprendizaje definidos que para Smith, R.M (1988), son “los modos
característicos por lo que un individuo procesa la información, siente y se
comporta en las situaciones de aprendizaje”.
Además según Kolb (1984), en el proceso de
aprendizaje uno se mueve, en diferentes grados, desde observador hasta actor y
desde una implicación específica y concreta hasta un distanciamiento analítico
general.
Respecto a los recursos
materiales que se presentan para tratar con el paciente, son en su mayoría
fichas modelo y vídeos donde se fomenta el aprendizaje por imitación. Por tanto, no se atienden a las
características y necesidades individuales que tiene cada paciente, ya que la
educación se convierte en instrucción y no se da pie al progreso individual
para ascender hasta la interiorización de las competencias que se quieren adquirir
o mejorar en el paciente.
Por el contrario, según
Kolb existirían dos dimensiones principales en el proceso de aprendizaje por
los que aprendemos, que son: el primero es cómo percibimos la nueva información
o experiencia (dimensión Abstracta-Concreta); y el segundo es cómo procesamos
lo que percibimos (dimensión Activa Reflexiva). Así, ante situaciones nuevas
hay gente que prefiere sentir lo que hace hacia la Experiencia Concreta (EC);
mientras otros tienen a captar la información nueva a través de
representaciones simbólicas o Conceptuación Abstracta (CA), dejándose guiar por
la intuición o la sensación. Por el contrario, quiénes procesan la información ante
una nueva experiencia y reflexionar acerca de lo que sucede, están actuando a
favor de la Experimentación Activa (EA); mientras que otros optan por observar,
por lo que son más propensos a la Observación Reflexiva (OR).
Kolb considera que hay
tres estadios predecibles de maduración a través de los cuales un sujeto se
mueve en el curso del desarrollo. Estos estadios son: Adquisición, que se da
desde el nacimiento hasta la adolescencia donde el sujeto adquiere las
capacidades básicas del aprendizaje; Especialización, que se extiende a través
de la educación formal y las experiencias tempranas de la adultez personal y
laboral; e Integración, en la cuál las personas empiezan a expresar estilos y
destrezas no dominantes o no preferidos.
Otro enfoque muy
difundido sería sobre los estilos de aprendizaje a través de la obra de autores
como Linda V. Williams (1988), es el
de la mente bilateral, basado en el estudia sobre asimetría funcional del
cerebro humano (Deglin, V., 1976). Sobre la base de estas características y de
la tendencia de los seres humanos a utilizar un hemisferio cerebral más que
otro (Verlee, W. L, 1983; McCarthy, B.,
1987; Heller, M, 1993), clasificando a las personas en: predominantemente
sinistrohemisféricos (letf-brained) y
dextrohemisféricos (right-brained). La
idea principal de estos autores sería que las personas aprendiesen con todo el
cerebro y en consecuencia, desarrollen un uso flexible de los dos hemisferios
cerebrales (Kinsella, K, 1995), para
lo cual sería necesario que los propios profesionales aprendiesen a enseñar con
todo el cerebro.
Además en algunos de
estos blogs, aparecen procesos cognitivos básicos como la atención, la memoria,
la percepción, etc., e incluso las emociones; que se pretenden estimular con,
de nuevo, fichas modelo o vídeos. Creemos, que es adecuado pero se deben tener
en cuenta otros aspectos, ya que los procesos cognitivos al igual que los
trastornos y alteraciones, se deberían trabajar desde el entorno social y
afectivo del paciente, haciendo que se integre en su aprendizaje e
intervención, para que su desarrollo y crecimiento como persona sea más rico.
Desde la perspectiva
holística de Farriñas, G (1995), se
partiría de un diseño en el sistema didáctico que contribuiría a una enseñanza
desarrollada, potenciando la atención a
la diversidad, además de los procesos de autoconocimiento y autoevaloración
personal, como vías para la autoeducación, para la participación plena de los
sujetos en su aprendizaje.
Por tanto, consideramos
que es importante considerar los estilos de aprendizaje: el convergente que
destaca por su destreza en el uso del razonamiento hipótetico-deductivo para
llegar a la única solución óptima de una cuestión o problema; el divergente que
enfatiza las capacidades de experiencia concreta y observación reflexiva; el
asimilador que destaca las capacidades de conceptualización abstracta y
observación reflexión; y por último, el acomodador que hace referencia a las
capacidades que destaca la experiencia concreta y la experimentación activa.
Además,
según Kolb las personas crecen y se desarrollan en cuatro áreas que son:
Afectivamente, que desarrollan destrezas de percepción y sentimiento;
Simbólicamente, que desarrollan destrezas cognitivas; Conductualmente, que
desarrolla destrezas de actuación y; Perceptualmente, que desarrollan las
destrezas de observación.
Las lecturas en las que
nos hemos apoyado para nuestra argumentación son: “El estudio de los estilos de aprendizaje desde una perspectiva vigostkiana:
una aproximación conceptual” (Juan Silvo Cabrera Albert de la Universidad
de Pinar del Rio, Cuba; y Gloria Fariñas León de la Universidad de la Habanna,
Cuba); y “Estilos de aprendizaje y
desarrollo: perspectiva evolutiva” (Fernando Albuerne de la Universidad de
Oviedo).